La gamificación en la empresa

La gamificación en la empresa

No son pocos los empresarios que levantarían la ceja si les propusiéramos aplicar técnicas lúdicas en su organización. Pero no estamos inventando nada nuevo: se llama gamificación, que proviene de la palabra ‘game’ = juego en inglés.

La gamificación consiste en utilizar mecánicas de juego en entornos no lúdicos con el fin de potenciar valores positivos comunes a los juegos, como son la motivación, la concentración, el trabajo en equipo o el esfuerzo. Esta práctica se ha extendido mucho en los últimos años en todo el mundo en el entorno empresarial como herramienta para incrementar la productividad del personal.

Imagina que tu trabajo es como un videojuego en el que quedan registrados todos tus movimientos, el tiempo que dedicas a cada tarea y su resultado, de forma que recibieras una puntuación por cada una de ellas, recompensas por los logros alcanzados, etc. En realidad no es muy diferente al modelo de gestión por productividad adoptado por muchas organizaciones desde hace décadas, aunque la gamificación va mucho más allá del planteamiento conductista de ese modelo.

En principio los sistemas de gamificación en la empresa se basan en que la actividad laboral queda registrada en un software que mide la productividad de los trabajadores, la evalúa e incentiva a cada sujeto a la mejora continua. Por ello se ha extendido rápidamente entre las grandes compañías, muy especialmente en las áreas de marketing, ventas y atención al cliente, donde existe una mayor competitividad, se admite mejor la creatividad como método de trabajo y resulta más sencillo evaluar los resultados a corto plazo. Un comercial o un responsable de marketing estarán más acostumbrados a trabajar por incentivos, manejar recompensas y participar en rankings de productividad que el personal de otros departamentos de la empresa; baremos que no son muy diferentes a los que propone la gamificación.

Otra de sus funcionalidades principales es la motivación. Estas técnicas de juego se aplican con gran éxito para estimular la participación del trabajador y fortalecer la cohesión grupal, elevando con ello la calidad de vida en el trabajo y por extensión, la productividad del equipo.

La aplicación de la gamificación en la empresa presenta tantos seguidores como detractores, pues a día de hoy no existe un estudio preciso sobre su eficacia en las diferentes estructuras empresariales. A muchos directivos les preocupa la presión psicológica que puede suponer para un trabajador sentirse observado y continuamente evaluado; aunque tampoco falta quien afirma que la realidad laboral implica precisamente un seguimiento y evaluación continuos.

En España la introducción de la gamificación en el mundo de la empresa ha sido tímido y apenas tiene 3 años de experiencia. ¿Y tú, qué opinas? ¿Verías con buenos ojos la implantación de métodos de gamificación en tu empresa? ¿Pensarán lo mismo tus compañeros de trabajo?

Imagen: Fotolia

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