Razones para cambiar de ERP

Razones para cambiar de ERP

¿Te suena de algo la expresión ‘nada es para siempre’? Pues imagina lo cuestionable que puede llegar a ser el concepto de durabilidad cuando nos referimos a la tecnología.

La decisión de compra de un ERP para la gestión de una empresa no es nada sencilla, ya hemos hablado en otras ocasiones de las fuertes implicaciones que presenta a todos los niveles: inversión, tiempos de implantación, adaptabilidad de los usuarios, los procesos, etc. hasta que realmente está “acomodado” a tu modelo de negocio y empiezan a percibirse los resultados.

Como ocurre con el hardware, el software también tiene un determinado tiempo de vida útil y debemos estar preparados para reconocer que ese momento ha llegado. ¿Cuándo es el momento de cambiar de ERP? No es tan fácil como ‘pasar una ITV una vez al año’; no podemos afirmar si deberemos cambiar nuestro ERP a los 6, 10 ó 15 años. Pero sí puedes hacerte algunas preguntas que te ayudarán a reconocer tú mismo que es el momento de cambiar de ERP:

“Mi ERP se ha quedado obsoleto”: Esta es una de las principales razones para cambiar de ERP y no siempre es culpa del software, sino de que posiblemente el desarrollador no haya previsto sus actualizaciones, voluntaria o involuntariamente. En este caso debes plantearte si existen versiones superiores que no requieran un cambio tan drástico, o bien si es el momento de buscar un nuevo ERP para tu organización.

“La empresa no me da el servicio que necesito”: Grave. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, elegir un buen ERP suele estar condicionado a una correcta elección del proveedor de software que hay detrás. Buena parte del éxito de la implantación del ERP dependerá de que tengamos el respaldo de una empresa fiable que nos dé las mayores garantías de soporte técnico y de asesoramiento.

“Vamos a ritmos diferentes”: Si usas esta expresión con cierta frecuencia es porque tu empresa ha evolucionado mucho más rápido que tu ERP y eso no es bueno. El ERP debe estar a tu altura y, si algo caracteriza a una buena solución de gestión, es precisamente su adaptabilidad al crecimiento de un negocio.

 “Le faltan funcionalidades”: Consulta a tu proveedor de software. Tal vez las funcionalidades que te faltan estén disponibles en otros módulos de fácil integración, que no contrataste inicialmente porque no tenías aquellas necesidades. Si no fuera así, esta es una buena razón para plantearte el cambio.

“Creo que mi ERP no es seguro”: Hoy en día no podemos plantearnos la operatividad con un ERP que no tenga previstos unos niveles mínimos de seguridad, tanto en lo que se refiere a la protección frente accesos indeseados de terceros, como en lo que respecta al control y auditoría de usos y manipulaciones de los propios usuarios. Si sientes que tu ERP no cumple con estos criterios de seguridad, consúltalo con la empresa y exige su implantación. De no hacerlo, estás ante otra buena (y grave) razón para cambiar de ERP.

“Necesito un ERP que aporte valor”: Si haces esta reflexión en voz alta está claro que eres un usuario inteligente. Los ERP no sólo deben aportar valor a la organización, deben aportar valor a todos los niveles. Sus funcionalidades deben trascender de la gestión cotidiana de tal manera que aquellos con quienes tratas en tu día a día (desde los propios trabajadores, hasta los proveedores y los clientes finales) perciban las mejoras que les proporciona nuestro ERP.

 

Cambiar de ERP es una de esas decisiones fáciles de percibir pero difíciles de tomar en una organización, sobre todo si la inversión inicial fue importante o, como ocurre en muchos casos, si ni siquiera has terminado de amortizarla.

Pero lo cierto es que si te sientes identificado con alguna de estas situaciones en el uso cotidiano de tu ERP, en nuestra opinión, todas ellas son razones de peso para plantearte el cambio.

Microsoft Dynamics

Microsoft Dynamics NAV es sólo apta para empresas que quieren alcanzar el éxito y están dispuestas a ponerse en manos de una solución ERP ambiciosa, que se adapta perfectamente a las necesidades de su organización. ¿Te atreves a dar el salto?

 

Imagen: Fotolia

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Sebastián Gómez
sgomez@noray.com