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Gestionar lo que importa

Leo Messi, jugador de futbol del Futbol Club Barcelona, ha obtenido numerosos reconocimientos a su labor, entre los que se encuentra el balón que le acredita como el mejor jugador del mundo. Messi tiene la capacidad de resolver un partido en cualquier jugada y en cualquier momento o situación, da igual que el partido se halle en el minuto uno o en el minuto 90: la intensidad de su juego y su capacidad de sacrificio permanece invariable.

Cuando Messi forma parte del equipo titular (y eso es casi siempre), los entrenadores del equipo contrario modifican la estrategia habitual de su equipo y dedican más recursos al marcaje de Messi de lo que dedicarían en cualquier otro caso.  Sólo un grupo relativamente pequeño de jugadores de futbol en el mundo merecen estas tácticas especiales. Sólo unos pocos ofrecen un potencial tal que pueda distorsionar el resultado de un partido.

Con toda probabilidad, el término “la ley de los pocos esenciales” nunca se ha pronunciado en un club de fútbol, pero mediante la aplicación de medidas excepcionales a estos jugadores, los entrenadores de futbol lo aplican, quizás sin saber su nombre. Son, literalmente, la gestión de la Excepción. Reconocen que un pequeño grupo de jugadores – unos pocos-  pueden tener un impacto mayor sobre el resultado del juego, actúan en consecuencia y cuando lo consiguen mejoran los resultados de su equipo. Gestionan lo que importa.

Principio de Pareto

El Principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20 o la ley de unos pocos esenciales es el producto de la las observaciones realizadas por Vilfredo Pareto en 1906 y posteriormente dadas a conocer por Joseph Juran a principio de los años cincuenta.

Pareto observó que la gente en su sociedad se dividía naturalmente entre los «pocos de mucho» y los «muchos de poco»; se establecían así dos grupos de proporciones 80-20 tales que el grupo minoritario, formado por un 20% de población, ostentaba el 80% de algo y el grupo mayoritario, formado por un 80% de población, el 20% de ese mismo algo.

Estas cifras son arbitrarias; no son exactas y pueden variar. Su aplicación reside en la descripción de un fenómeno y, como tal, es aproximada y adaptable a cada caso particular.

El principio de Pareto se ha aplicado con éxito a los ámbitos de la política y la economía. Se describió cómo una población en la que aproximadamente el 20% ostentaba el 80% del poder político y la abundancia económica, mientras que el otro 80% de población, lo que Pareto denominó «las masas», se repartía el 20% restante de la riqueza y tenía poca influencia política. Así sucede, en líneas generales, con el reparto de los bienes naturales y la riqueza mundial. Esto nos dice la Wikipedia sobre el asunto.

Si Pareto viviese hoy en día, comprobaría que el 80% de la música que oiría en su iPod representaría alrededor del 20% de sus descargas de iTunes, y estas proporciones de paquetes las podemos encontrar en la mayoría de los aspectos de la vida que pueden ser cuantificados.

Algunos ejemplos algo imprecisos y puramente anecdóticos, pero lógicos al fin y al cabo pueden ser:

  • El 80%  de las calorías consumidas en un día se obtienen de un 20% de los productos consumidos.
  • El 80% de las llamadas telefónicas personales que realizas son solamente a un 20% de tu agenda.
  • El 80% del crecimiento de una compañía procede del 20% de sus productos.

Estudios realizados durante más 20 años por diversas consultorías obtienen datos similares aplicados en el ámbito empresarial:

  • Entre el 70-90% de las ventas de una compañía a menudo proceden del 10-20% de sus productos.
  • Entre el 70-90% de las ventas de una compañía a menudo proceden del 10-20% de sus clientes.
  • Entre el 70-90% del total de los errores de previsión de una compañía a menudo proceden del 5-25% de sus productos.

Aún más impresionante que cualquier observación individual es el hecho de que el Principio de Pareto es tan consistente que se aplica a casi cualquier escala. Incluso si se es capaz de eliminar el 80% de las observaciones de una muestra, la regla del 80-20 se podría aplicar para el 20% restante.

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José Manuel Sola
jsola@noray.com