18 Nov Cómo elegir el dominio web adecuado para nuestra empresa
Ya tenemos clara la importancia de contar con una página web en nuestro negocio, pero una decisión esencial antes de publicar esta página web es la que afecta tanto al nombre como al dominio.
Parece obvio que elegiremos el nombre de nuestra página web a partir de nuestra propia marca o empresa, pero ¿qué extensión utilizamos?
El dominio de nivel superior, también conocido como extensión de dominio es el encargado de catalogar la página web de nuestra empresa en la red, facilitando así la estructuración de Internet.
Los buscadores tienen en cuenta esta parte del dominio a la hora de mostrar tu página en las búsquedas, por lo que es muy importante antes de registrar nuestra web en Internet plantearnos qué objetivo queremos lograr y elegir la mejor extensión de dominio para ello: de una buena elección en este sentido dependerá buena parte del éxito o del fracaso de nuestra estrategia.
Tipos de extensiones de dominio
Antes de elegir es importante conocer qué tipos de dominios existen, pues no todos son iguales ni todos ofrecen los mismos resultados en cuanto a SEO y posicionamiento de nuestra web:
1) Dominios genéricos de primer nivel: los más habituales son .com, .net o .info, aunque no son los únicos (.org, .edu, .biz).
Estos dominios no tienen ninguna restricción territorial o de actividad, así que pueden utilizarse independientemente del sector al que nos dediquemos o del país en el que pretendamos operar. Son por tanto los más utilizados y los que espontáneamente el usuario asociará a nuestra página web, antes de conocer la url concreta para acceder a ella.
En el caso de los .org, .info o .biz teóricamente deberían utilizarse únicamente para los sectores concretos para los que fueron creados (organismos, información, business) sin embargo el tiempo los ha popularizado y finalmente han sido aceptados como dominios genéricos.
La principal desventaja que presentan los dominios genéricos es precisamente el hecho de que, al no estar catalogados en una actividad concreta ni en un lugar determinado, los buscadores incluirán la web en un “gran saco” mundial en el que, aunque vendamos tornillos en Gran Canaria, tendremos que competir en visibilidad con, por ejemplo, una pescadería en Monterrey.
2) Dominios territoriales: si nuestra empresa o nuestros productos no son internacionales, ni tenemos intención de que lo sean, tal vez este tipo de extensión sea la que más nos conviene, ya que nos permite centrarnos en los potenciales clientes de nuestro entorno, provincia o país. Por ello son muy recomendables si queremos asociar nuestra página web y nuestra marca a un país o territorio concretos.
Son los dominios también conocidos como ccTLD (Country Code Top level Domain) que identifican al territorio geográfico y están compuestos sólo de dos letras: .es (España), .fr (Francia), .ar (Argentina), .uk (Reino Unido) e incluso .eu (Unión Europea).
Para acceder a uno de estos dominios es necesario cumplir una serie de requisitos, como que la empresa desarrolle su labor en el territorio en cuestión o que esté redactada en al menos uno de los idiomas oficiales del territorio. En realidad, ninguno de los requisitos es difícil de cumplir, pero hay que tenerlos en cuenta si vamos a optar por uno de estos dominios.
Además de la facilidad de ubicación (una persona que acceda a nuestra página .es sabrá automáticamente que tiene actividad en España), una de las grandes ventajas de estos dominios locales es el SEO. Los buscadores tienen en cuenta la dirección IP del dispositivo desde el que se realiza la búsqueda y le da preferencia en la búsqueda a las páginas que cumplen los parámetros de aquella búsqueda que se encuentren más cercanas a su posición. De esta manera, en una supuesta igualdad de condiciones de optimización SEO, Google dará prioridad a las extensiones territoriales, de más cercana a más lejana y luego a los dominios genéricos de alto nivel.
3) Dominios temáticos o por actividad: las nuevas extensiones de dominio por actividad, tipo .abogado, .hotel, .tienda, también resultan más fáciles de posicionar que las extensiones genéricas, ya que Google le dará la misma importancia que a las palabras clave. El requisito indispensable para optar a uno de estos dominios es dedicarse a la actividad en cuestión. Si bien desde un punto de vista estratégico, tendríamos que valorar si nos conviene utilizar un dominio que no nos diferencia en absoluto de nuestros competidores en el mismo sector de actividad.
Tenemos distintas opciones y, como ya hemos visto, la elección dependerá de diversos factores. Lo que sí es recomendable en cualquier caso es que registremos la propiedad de todas las extensiones de dominio adecuadas para nuestra marca, no sólo para protegerla frente al uso por parte de terceros sino también para posicionarla mejor.
Otra recomendación que debemos tener en cuenta es que a la hora de registrar o renovar los dominios tengamos la precaución de hacerlo por varios años en lugar de por uno solo, pues otra de las cuestiones que los buscadores valoran es la constancia y la continuidad.
Imagen: Fotolia
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