El buen líder

El buen líder

Es una verdad incuestionable: sin líderes la humanidad no habría progresado al ritmo que lo ha hecho, ni habría avanzado hasta lo que somos hoy.

Esta misma premisa podemos adaptarla sin complejos al universo empresarial, ya que las corporaciones son comunidades, en las que además de observaciones empresariales y económicas también debemos tener en cuenta factores sociológicos no sólo para entenderlas en profundidad, sino también para descubrir cómo actuar para llevarlas a lo más alto.

No son pocas las páginas que se han escrito como supuestos “manuales del perfecto líder”. Pero no es tan fácil como eso: en primer lugar, es necesario saber qué queremos liderar. En segundo lugar, cómo queremos hacerlo. Además, hay que ser conscientes de que algunas de las características del líder son difíciles de aprender, tienen más que ver con el carácter de cada uno, aunque sí que es posible entrenarlas y desarrollarlas, como cualquier cualidad y en ese sentido sí que nos serán bastante útiles los consejos de los expertos.

Liderar una empresa no es tarea sencilla. Entre las capacidades que debe tener un líder se encuentran el profundo conocimiento de su sector y la perspicacia financiera, pero no son las únicas, ni siquiera las más importantes. Las habilidades necesarias para liderar un negocio son mucho más complejas que las relacionadas con la cuenta de resultados o con los productos, clientes y ventas.

Bastaría un simple vistazo para darnos cuenta de que históricamente, los líderes efectivos poseen una gran variedad de talentos que inspiran a sus seguidores y sacan lo mejor de ellos. ¿Recuerdan la película “Gladiator”? En la escena en la que Máximo se dirige a sus soldados justo antes de la batalla les dice algo como: “No se separen de mí, sé cómo mantenerlos vivos” y “sigan mis instrucciones, muy pronto estaremos todos donde queremos estar”. El mensaje funciona porque Máximo posee una cualidad que es fundamental en cualquier líder: credibilidad. Una credibilidad que viene dada, entre otras cosas por un profundo conocimiento de la situación, y de las tácticas y estrategias para ganar la batalla.

Los mejores líderes han de ser capaces de liderar empresas y de liderar grupos de personas y no deben desarrollar unas en detrimento de las otras. La habilidad para enganchar, para encontrar colaboración, para desarrollar el talento de los empleados, debe combinarse con el pensamiento estratégico, la capacidad de análisis, la planificación, la gestión y la toma de decisiones. Una mezcla de todas ellas nos asegurará el éxito del negocio.

Y tú, ¿eres un buen líder?

 

Imagen: Fotolia

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