17 Dic Adquirir vs Alquilar

En los últimos tiempos se ha abierto la posibilidad de adquirir la aplicación en pago por uso o alquiler contemplando varias modalidades, desde la contratación de toda la infraestructura hasta el alquiler del uso del software y datos: es lo que se conoce como la nube (cloud), SAAS, etc.

En la actualidad existen gran cantidad de empresas, denominadas prestadoras de data center, que se dedican a alquilar equipamiento y las aplicaciones que correrán en esas plataformas. Lo más interesante de este tipo de modalidad es que sólo se paga por lo que se utiliza, es decir sólo deben abonarse licencias de software, equipos y servicios mediante un alquiler mensual, sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero en la adquisición de maquinaria y tecnología informática.

Por otra parte, las compañías proveedoras de este tipo de servicios se encargarán de acercarle a sus clientes todas las actualizaciones necesarias que surjan en el futuro para mejorar el sistema de cómputos de las empresas contratantes.

La utilización de este tipo de modalidad no sólo significa una notable reducción de costos, sino que también ayuda a minimizar los riesgos y acelera la rentabilidad de la inversión. El ahorro obtenido mediante el alquiler de tecnología nos proporciona la posibilidad de invertir en otras áreas de la empresa, o incluso evaluar con tiempo cual será la mejor opción en la adquisición definitiva de equipos y software, y la posible capacitación de los empleados.

No obstante, antes de considerar esta opción como válida debemos tener en cuenta cuáles serían los costes de adquisición y mantenimiento de nuestra infraestructura pues, en función del tamaño de nuestra organización, éstos pueden variar considerablemente.

Visión de futuro

Por último debemos mirar como diría el gran amigo Buzz “hacia el infinito y mas allá…”. La implantación de un software nos debe ayudar también a hacer crecer nuestro negocio y aunque no esté en nuestro planes inmediatos,  debemos asegurarnos de que su implantación no va a ser un obstáculo para poder integrar soluciones de comercio electrónico entre empresas (B2B) o entre empresas y consumidores (B2C), teletrabajo, movilidad, accesos a redes sociales, soluciones de inteligencia empresarial (BI, Business Intelligence), herramientas de gestión de relaciones con clientes (CRM Customer Relationship Management), así como nuevas tendencias de mercado que se puedan convertir en emergentes en un futuro.

Imagen: Fotolia

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